viernes, 17 de noviembre de 2006

ΑΠΟΛΟΓΙΑ ΣΩΚΡΑΤΟΥΣ 4

“Pero, ¡por Zeus!, dos veces que intenté examinar mi defensa se me opuso el genio divino”.

¿Qué quiere decir daimónion en Sócrates?

El término griego dáimon o daimónion tenía desde los primeros tiempos dos campos de significación: uno relacionado con el destino, con lo imprevisible y por tanto temible, y el otro ,utilizando el término en plural, (daímones) referido a seres superiores, no equivalentes a los dioses, sino más bien fuerzas indeterminadas que pervivían en las creencias populares desde épocas muy remotas.
Los filósofos racionalistas anteriores y contemporáneos a Sócrates privaron al término de todos los elementos sobrenaturales, de tal modo que lo identificaron con el carácter, con el modo de ser de cada uno, con el genio de cada cual, de manera que cada persona tenía su dáimon personal y podía ser bueno o malo.
En Platón los dáimones son las almas de los muertos mejores, almas sabias, que merecen este privilegio en el otro mundo y comparten el honor de la ciencia suprema de los antepasados.
La escuela pitagórica estableció una jerarquía distinguiendo entre dioses, dáimones, héroes y hombres.
En los primeros siglos del cristianismo, cuando las religiones místicas gozaron de muchos adeptos, los dáimones ocupan un lugar intermedio entre los dioses y los hombres sirviendo de vínculo entre ambos.
En Sócrates vemos que por un lado, siguiendo la tradición, acepta la existencia de los dáimones como seres independientes con poderes sobrenaturales, y por otro lado, habla de su dáimon propio , personal, pero sin identificarlo con su carácter.
Habla de una voz interior que, como un intermediario, le ponía directamente en comunicación con la divinidad, como una fuerza inspiradora procedente de los dioses tal como ya ocurría en los oráculos y otras formas de culto. Al no identificarlo con el carácter individual, piensa que no todo el mundo posee este dáimon; es más, cree que él goza de una situación excepcional, que él es el único en poseer esta compañía sobrenatural.
Según el propio Sócrates dice, esa fuerza interior presenta una naturaleza negativa: siempre le disuade, no le incita a actuar, más bien lo contrario. Si no se le manifiesta, entonces Sócrates sabe que ha acertado en su proceder y consecuentemente está tranquilo. Ese dáimon es el que le ha dicho que no evite de ningún modo la sentencia del tribunal. (Hemos traducido que dos veces el dáimon se le opuso a examinar su defensa).

Este dáimon socrático no fue entendido por sus contemporáneos, (incluso resultaba difícil a sus discípulos), de ahí que fuera acusado de introducir nuevos dioses cuando en realidad no era más que una fuerza interna sentida muy personal que lo vinculaba directamente con los dioses de la ciudad.

(Sacado de Vida de Sócrates. Antonio Tovar. Alianza Editorial)

1 comentario:

Unknown dijo...

Esto me recuerda a unas novelas que leí hace años de Philip Pullman.
Se llama la Materia Oscura, y es una trilogia compuesta por los libros: Luces del Norte, la Daga y el Catalejo Lacado.
Y desde entonces los considero mis libros preferidos.
En ellos nos narran la historia de una chica que vive en un mundo en que las personas tienen daimonions.
En el libro los daimonions son animales. Y cada humano tiene un daimonion, siendo tanto el daimonion como el humano una misma criatura. No pueden estar ninguno lejos del otro, porque el dolor es atroz, como si les estuvieran extirpando un miembro de su cuerpo.
Pero lo que más llama la atención de estos daimonions (además de que pueden hablar). Es que cuando los seres humanos son niños, no tienen una forma fija. Sino que pueden metamorfosearse a su antojo. Hasta que estos niños pasan a la edad adulta, y los daimonions adoptan una forma fija que tiene mucho que ver con la forma de ser de la persona, aunque no siempre es lo que la persona creía que sería. Los daimonions no establecen su forma fija a una determinada edad, sino que lo hace cada cual en un momento en que el niño deja de ser niño. Como en nuestro propio mundo, en el que llega un momento en que dejamos de serlo, pero cada cual en su propia medida del tiempo.
Así el libro (especialmente el primero) se desarrolla alrededor del tema de los daimonions y de una serie de personas que secuestran niños para hacer experimentos con ellos y sus daimonions.
Aunque luego la trama se desarrolla y acaba siendo tan absolutamente genial (sí, me encanta), que no puede dejar a nadie descontento. (Aunque sé de mucha gente que no ha conseguido acabar el primer libro... y puede que sea el más denso de los tres, pero pienso que sigue siendo genial y que nadie debería perdérselo.)
Y bueno, en general el libro hace mucho incapié en la mitología (especialmente la griega. Aparecen las arpías, la barca de Caronte, el mundo de los muertos)

En definitiva, que gracias por el texto sobre los daimonions, que me ha hecho recordar esos libros que tanto me enseñaron. :) (Y perdón por soltar todo el rollo sobre los libros, es que si me dan cuerda me emociono)

¡Nos vemos en clase de griego!
Saludos

Laura