martes, 27 de mayo de 2008

MEME: Passion Quilt

He recibido, vía Merxu, este meme que me toca ahora reenviar.


Copio las reglas:

1. Postear una imagen o hacer/tomar/crear una propia que capture lo que más TE APASIONE que sea aprendido por los estudiantes.
2. Darle a la imagen un breve título.
3. Titula el post “Meme: Passion Quilt”.
4. Enlaza esta entrada.
5. Incluye enlaces a 5 o más maestros.

Me he preguntado qué significa el título de este meme, pero no he ido muy lejos.
En inglés el verbo to quilt quiere decir acolchar, guatear; y como sustantivo se trata de un edredón.
Así que, no sé de dónde viene este entusiasmo o pasión por los colchones, pero es igual, sigo la cadena, que en eso estará la gracia.

Elijo una foto de alumnos porque los siento protagonistas, y el titulo es: MUTUAL FEELING



Traslado aquí una frase que he leído hace poco y me ha gustado mucho de Antonio Muñoz Molina en su libro Ventanas de Manhattan, que recoge la idea que quería expresar al ponerme a hacer este post:

"Al ofrecer lo que uno ama uno vuelve a tenerlo renovado e intacto a través de la frescura de novedad absoluta con que lo recibe quien acepta el regalo".

Esto es lo que me gustaría que los alumnos aprendan: la generosidad , no precisamente material, de entregarse uno mismo a lo que le gusta , a lo que busca, a lo que pretende conseguir, a lo que desconoce pero le atrae, a sus inquietudes, sus ilusiones, fantasías...a todo lo que les haga sentir la vida; porque llegará un día en que se entregarán a quienes les importen y, entonces, paladearán el sentimiento de haber hecho las cosas como uno realmente quería , y el sentimiento sale reforzado, más por compartido.


Tengo que enviar ahora este meme a cinco profesores y aquí van los candidatos. Son cinco compañeros del curso que no conozco personalmente, y por ello mismo, son los elegidos:
(si ya les llegó antes el meme, pues que muera aquí)

-Domingo, porque me gusta lo que escribe
-Sunny, porque destaca por su entusiasmo
-Antonio J, porque me chifló su video
-Carles, por su "cortejo"
-Esther, por los "secretos"

Saludos a todos.

lunes, 12 de mayo de 2008

Discurso de defensa por el asesinato de Eratóstenes 47-50.El Epílogo. (Y punto final)


Siguiendo a Aristóteles en su Retórica, Libro III, cap. XIX 1419 b, “el epílogo consta de cuatro componentes:

a)-disponer favorablemente al oyente hacia nuestra propia postura y mal hacia la del contrario

b)-amplificar o atenuar

c)-producir determinadas emociones en el oyente y

d)-refrescar su memoria”.

El Discurso I de Lisias acaba con un epílogo de cuatro parágrafos (47-50) contribuyendo a la estructura totalmente equilibrada del texto, casi perfecta, en cuanto al número de parágrafos de que consta cada una de las cuatro partes del discurso:

Exordio: 1-5

Narración: 6-26

Argumentación: 27-46

Epílogo: 47-50


El epílogo del texto que estudiamos nos sirve de ejemplo para demostrar el cumplimiento de la afirmación de Aristótles en su tratado:

-En (47) Eufileto asocia su causa a la de todo el estado: la decisión que finalmente se tome no repercutirá solamente en él, sino que afectará a toda la ciudad, con lo cual la pretendida amplificación es tal que incita a los jueces a realizar una abstracción o generalización, a olvidarse del caso particular y pensar en el bien colectivo, cosa que le favorece.

La referencia al interés público es una constante tanto en epílogos como en prólogos, y en el presente discurso se ha cumplido.

-En (48) recurre incluso a una propuesta que no carece de ironía: ¿quién va a querer que se aprueben leyes que castiguen a quienes defienden a sus mujeres?.

Es una manera llevada al extremo de intentar convencer de lo ilógico de defender la postura contraria a la suya.

Es una manera de atraerse hacia su causa la voluntad del jurado, por pura lógica.

No ha recurrido Lisias aquí al uso de peticiones formularias de votación, muy frecuentes en los epílogos de sus discursos, bien en sentido favorable hacia su cliente, o bien pidiendo abiertamente una absolución, o bien pidiendo un voto en justicia.

Es más contundente al presentar el problema como una disyuntiva mediante la cual reta a los jueces: o votan de acuerdo con las leyes o se están cargando todo el cuerpo legal en que se apoya la ciudad y, por tanto, deben ellos establecer otras nuevas. Deja en sus manos una responsabilidad muy grande: ni más ni menos que la preservación de las leyes soberanas sobre las que se ha cimentado la ciudad.

-En (49), aludiendo a lo más justo, recuerda a los jueces una vez más el contenido de la ley sobre adulterio que tanto le favorece según su particular interpretación.

-En (50), en el último parágrafo del texto, descarga toda la emoción y patetismo que ha sabido contener durante todo el discurso: de una manera solemne por la brevedad de la frase, suscita la compasión intentando causar pena con su desgracia, ni más ni menos que por actuar de acuerdo con las leyes.

Con esta última frase resume extraordinariamente el contenido de todo el discurso, es una manera de recordar a los jueces muy brevemente todo lo que les ha contado antes.

Los jueces oirán al final de la intervención la frase que él ha procurado que tuvieran en sus mentes en todo momento:

ὅτι τοῖς τῆς πόλεως νόμοις ἐπιθόμην.” “porque obedecí las leyes de la ciudad.”,

que es lo único que puede salvarlo.

Desgraciadamente, no sabemos el resultado de la votación de los jueces en este proceso y nos quedamos sin saber qué le ocurrió a nuestro querido Eufileto, pero nos podemos contentar pensando que fue ésta, según todos los especialistas en oratoria griega, la ocasión para que Lisias compusiera uno de sus mejores discursos, y la oportunidad, a mi parecer, de que hayamos estado durante todo el curso escolar 2007-2008 indagando en algunos de los aspectos característicos de la sociedad griega, muy en particular de la ateniense, al hilo del discurso y de los vaivenes de nuestros amigos ERATÓSTENES Y EUFILETO.

(Para quienes estén interesados prepararé un box con todo el material que he utilizado para el estudio de este discurso.)

Ahora, alumnos, compañeros y amigos, cumplida la tarea, Atalanta se despide por una temporada: se dedicará a profundizar en los nuevos recursos aprendidos en el curso virtual del Cefire; al PALE, que había dejado un poco de lado; a visitar a su amiga Filis, que de seguro tendrá muchas cosas que contarle; a preparar material para el próximo año; a preparar sus viajes del verano y llenar otra vez la cartera de experiencias y buenos recuerdos; y, sobre todo, a leeros más a vosotros.

¡Gracias por estar ahí!

¡Un abrazo!

Fuentes:
-Aristóteles, Retórica. Trad. de Alberto Bernabé. Madrid: alianza Editorial, 2007


Os dejo este video de uno de mis cantautores preferidos; no tiene nada que ver con la Cultura Clásica, (¿o sí?); es igual, su música también me hace sentir muy bien .




Discurso de defensa por el asesinato de Eratóstenes. 44 Los sicofantas y las demandas judiciales

“οὔτε γὰρ συκοφαντῶν γραφάς με ἐγράψατο, οὔτε ἐκβάλλειν ἐκ τῆς πόλεως ἐπεχείρησεν, οὔτε ἰδίας δίκας ἐδικάζετο…”

“Pues ni me denunció con falsedad, ni intentó que me desterraran de la ciudad, ni me ha interpuesto pleitos privados…”

Como no existía entre los atenienses un ministerio fiscal, las leyes animaban a los propios ciudadanos a presentar denuncias contra otros, a pesar de no ser víctima directa del agravio. Ello se conseguía concediendo al acusador una parte de los bienes confiscados o de la multa pagada por el acusado, en caso de ser culpable.

La contrapartida para frenar el abuso de esta práctica, convertida por algunos en oficio lucrativo recurriendo incluso a la calumnia, era la aplicación de elevadas multas para el acusador, e incluso la ἀτιμία (pérdida de los derechos de ciudadanía).

Esto es lo que hacían los sicofantas, se dedicaban a denunciar a sus conciudadanos con la intención de sacar ganancias a toda consta.

En este post de Charo disfrutareis gustosamente de la información relativa a la actividad de estos individuos.

Clasificación de las demandas judiciales

En la terminología judicial, el término más frecuente para aludir a una acción judicial es δίκη.

Paralelamente, también existe otro término de carácter general que se refiere a un pleito o acción judicial, ἀγών, cuya etimología, que alude al certamen, la competición, la lucha y el enfrentamiento, explica la naturaleza de los procesos judiciales en su origen.

Veamos las diversas clasificaciones de las demandas judiciales atenienses que han hecho los estudiosos siguiendo distintos criterios que, desgraciadamente, plantean muchas excepciones:


1-Dependiendo de si el agraviado es un individuo o toda la ciudad, existen:

-δίκαι (ἀγῶνες) δημόσιαι: denuncias por agravios que afectan a una persona particular y al conjunto de la sociedad como tal (κοίνὰ ἀδικήματα).

Ej: γραφή παρανόμων: denuncia por proponer una ley ilegal, cuyas consecuencias obviamente afectan a toda la ciudad.


-δίκαι (ἀγῶνες) ἴδιαι: denuncias por agravios o faltas que afectan a una persona particular.

Ej: δίκη βλαβής: denuncia por daño intencionado;

Una diferencia importante entre ambas está en la pena y en el destino de ésta: en las demandas públicas, además de la reparación del daño, que afectaba directamente al agraviado, el acusado convicto tenía que pagar una multa adicional, bien al estado o bien una parte al estado y otra al agraviado, o perdía la libertad o su estatus jurídico o incluso la vida.

En las demandas privadas la pena era la simple reparación del daño o la restitución con una multa o recargo añadido que también iba a parar al agraviado.

2-En función de la persona con derecho reconocido a presentar la denuncia:

-δίκαι: sólo pueden ser presentadas estas denuncias por la persona afectada o su κύριος, o en casos de homicidio, por los parientes, según el orden estricto de parentesco.

Ej: δίκη βιαίων (denuncia por violencia)


-γραφαί: el rasgo distintivo de una γραφή es que puede ser iniciada por cualquier ciudadano (ὁ βουλόμενος ).

Ej: γραφή ὕβρεως (denuncia por violencia y crueldad)

3)-Otra distinción es la que se hace entre δίκαι πρός τινα y δίκαι κατά τινος.

En el primer tipo, que corresponde a denuncias en las que no hay una persona a la que se atribuya un delito y se le pueda aplicar una pena, tendríamos διαδικασίαι, juicios en los que no hay ni acusador ni acusado, y la función del jurado es decidir cual de las dos partes tiene más derecho sobre algo, o más derecho a escapar de una obligación, o un deber.

Al segundo tipo corresponden todos los otros casos de acciones públicas o privadas en las que el acusado es supuestamente culpable de un delito, y de ser convicto, el jurado le impone una pena que consiste en la reparación del daño, o una multa pecuniaria pagada al estado o pagada al estado y al demandante, o la pérdida de libertad, del estatus jurídico o de la vida.

4)-Teniendo en cuenta la actuación del jurado, se habla de ἀγῶνες τιμητοί y ἀγῶνες ἀτίμητοι.

-Los ἀγῶνες τιμητοί eran aquellos en que la ley no había fijado previamente la naturaleza o el importe de la pena, por consiguiente le correspondía al jurado elegir entre la propuesta de pena del demandante, τιμᾶσθαι y la contrapropuesta del demandado, ἀντιτιμᾶσθαι.

Eran τιμητοί: δίκη κλοπῆς (denuncia por robo), δίκη βλάβης (denuncia por daños y perjuicios), δίκη ψευδομαρτυρίων (denuncia por dar falso testimonio), γραφή ἀσεβείας (denuncia por impiedad), γραφή συκοφαντίας (denuncia por acusación falsa)… …

-En cambio, en los ἀγῶνες ἀτίμητοι la ley ya tenía fijada la pena, así que los jueces simplemente aplicaban lo ya estipulado.

Eran ἀτίμητοι: δίκη ἀποστασίου (denuncia por divorcio), δίκη κακηγορίας (denuncia por difamación o injurias , γραφή ἱεροσυλίας (denuncia por saqueo o despojo de un templo) , γραφή ξενίας (denuncia por usurpar los derechos de ciudadanía) , γραφή μοιχείας (denuncia por adulterio) …

Bibliografía:
A.R.W. Harrison,
The Law of Athens. Oxford: Clarendon Press, 1968.

viernes, 9 de mayo de 2008

Discurso de defensa por el asesinato de Eratóstenes 36.Fórmulas retóricas de súplica II.

Peticiones de súplica en Lisias.

En el corpus lisíaco que se ha conservado encontramos una enorme variedad de fórmulas de súplica así como de peticiones directas, tanto en el epílogo como en la zona central del discurso.

Frente a otros oradores, el rasgo más característico de Lisias con relación al uso de estas fórmulas, es la preferencia por el núcleo verbal ἀξιόω, de carácter más arcaico. Además, inauguró la tendencia a usar núcleos complejos en el epílogo.


En el Discurso I de Lisias podemos destacar lo siguiente:

1- “Περὶ πολλοῦ ἂν ποιησαίμην, ὦ ἂνδρες, τὸ τοιούτους ὑμᾶς ἐμοὶ δικαστὰς περὶ τούτου τοῦ πράγματος γενέσθαι…”

“εἰ τὴν αὐτὴν γνώμην περὶ τὼν ἄλλων ἔχοιτε, ἥνπερ περὶ ὑμῶν αὐτῶν…”

Son giros sintácticos con construcción comparativa en lugar de una fórmula de súplica o petición directa.

36- οἷς ὑμᾶς ἀξιῶ τὴν αὐτὴν γνώμην ἔχειν·

Es una fórmula de petición de tener
el mismo criterio que las leyes. Está muy relacionada con la petición de votar según las leyes.
En el juramento heliástico se decía: “ψηφιοῦμαι κατὰ τοὺς νόμους καὶ τὰ ψηφίσματα τοῦ δήμου τοῦ Ἀθηναίων”

37-“Σκέψασθε δέ, ὦ ἄνδρες.”

39- “σκέψασθε δὲ ὅτι…”

40-καίτοι πρῶτον μέν, ὦ ἄνδρες, ἐνθυμήθητε…”

43-“σκέψασθε δὲ παρ᾽ ὑμῖν αὐτοῖς οὕτως…”

Todas ellas son peticiones directas de atención en imperativo.

48-“εἰ δὲ μή, πολύ κάλλιον τοὺς μὲν κειμένους νόμους ἐξαλεῖψαι, ἑτέρους δὲ θεῖναι…”

No hay fórmula ni petición directa, pero con un giro sintáctico diferente pide a los jueces cambiar las leyes existentes.




Bibliografía:

- FranciscoCortés Gabaudán, Fórmulas retóricas de la oratoria judicial ática. Ediciones Universidad de Salamanca, 1986

Imagen:

*Vaso Portland, s I aC. British Museum.

Discurso de defensa por el asesinato de Eratóstenes 36.Fórmulas retóricas de súplica I.

Siguiendo a Francisco Cortés Gabaudán en su libro Fórmulas retóricas de la oratoria judicial ática, las fórmulas de súplica son expresiones formales de carácter repetitivo cuya función es expresar una súplica a los jueces; aparecen sobre todo en proemios y epílogos, aunque también pueden aparecer en la zona media del discurso.

Sus elementos constitutivos son:

-núcleo: verbo de súplica en 1ª persona.

La súplica está puesta en boca del que pronuncia el discurso. Los verbos más frecuentes son δέομαι, ἀντιβολέω,ἱκετεύω, αἰτέομαι, παρακαλέω, ἀξιόω…

-persona suplicada: siempre son los jueces.

La forma habitual de la expresión del complemento de la persona suplicada es ὑμῶν, ὑμᾶς, referido a los jueces, y a continuación aparece muy frecuentemente ὦ ἄνδρες δικασταί.

El complemento de la persona suplicada no es imprescindible, pues el contexto indica claramente a quién va dirigida la petición.

-petición: normalmente se trata de una oración de infinitivo que depende del núcleo. Puede haber más de una petición.

También podemos encontrar una oración condicional o una oración de participio concertada con el sujeto del infinitivo, los jueces.

Junto a esta estructura formular de construcción hipotáctica para expresar una súplica a los jueces, también existen expresiones alternativas, pero ya no son de carácter formular, por más que funcionalmente y en su contenido sean equivalentes:

-peticiones en construcción paratáctica.

-súplicas sin núcleo, reducidas a la petición exclusivamente, por lo que se les llama “peticiones directas”: imperativo con sujeto los jueces, subjuntivo prohibitivo, giros en infinitivo, giros con optativo potencial, adjetivos verbales en –τέος.

Parece ser que la súplica a los jueces fue un recurso retórico muy frecuente tanto en la oratoria griega como en la latina, pero su tratamiento o estudio retórico fue bastante escaso a excepción del texto Rhetorica ad Alexandrum, cuya autoría y fecha de composición todavía es hoy motivo de debate (si anterior o posterior a la retórica de Aristóteles).

La reiteración de las súplicas añadía un elemento patético al discurso del que gustaron, parece ser, más los oradores latinos que los griegos, al menos formalmente. Sin embargo, éstos últimos no dudaron en recurrir a otros procedimientos para conseguir la compasión de los jueces.

Su uso, como ya hemos dicho, predomina en los proemios y en los epílogos, pero también se encuentran en el interior de un discurso, como veremos en el texto de Lisias.


A continuación indico algunos tipos de súplicas formularias:


1-petición de escucha: lógica en el proemio.

Ejemplo: μετ᾽ εὐνοίας ἀκούειν. Es una súplica general de buena voluntad.
En el juramento heliástico anual los jueces prometían:

“ἀκροάσομαι τοῦ τε κατηγόρου καὶ τοῦ ἀπολογουμένου ὁμοίως ἀμφοῖν”.

Hasta Demóstenes se usan sobre todo expresiones con el verbo ἀκροάσθαι, pero a partir de este orador es más frecuente el uso de ἀκοῦσαι.

Se usaban también peticiones directas en imperativo que deben ser consideradas como expresiones de atención. Eran más propias del centro del discurso.

2-petición de ayuda:

Ejemplo: βοηθῆσαι μοι τὰ δίκαια.
Antifonte, Lísias e Iseo gustaron más de las peticiones de ayuda directas en vez de la expresión formular.

3-petición μή περιιδεῖν: de no considerar el tema con indiferencia.
Aparece en el epílogo, el lugar más apropiado para provocar la compasión.

4-petición de votación:
petición construida con ψεφίζεσθαι y sus compuestos, que solicita a los jueces que voten en un sentido u otro. Su lugar más apropiado era el epílogo. Fueron muy frecuentes las peticiones directas.

5-petición προσέχειν τὸν νοῦν: es una súplica de atención y su lugar más apropiado era el proemio del discurso.

6-petición de perdón: συγγνώμην ἔχειν, normalmente en el proemio.

7-petición de compasión: normalmente en el epílogo.

8-petición τὴν αὐτὴν γνώμην ἒχειν: estructura que establece una comparación referida a otra persona o al pasado.

9-petición de memoria: se pide a los jueces que guarden en la memoria lo que se está diciendo o que recuerden hechos pasados de los que fueron testigos.

10-petición περὶ πολλοῦ ποιεῖσθαι

11-petición μηδὲν παρὰ τοὺς νόμους ψηφίσασθαι: alude al juramento heliástico que expresaba la voluntad de no votar en contra de las leyes.



Bibliogrfía:

-FranciscoCortés Gabaudán, Fórmulas retóricas de la oratoria judicial ática. Ediciones Universidad de Salamanca, 1986


jueves, 8 de mayo de 2008

Discurso de defensa por el asesinato de Eratóstenes 31.Las concubinas




“…ὥστε καὶ ἐπὶ ταῖς παλλακαῖς ταῖς ἐλάττονος ἀξίαις τὴν αὐτὴν δίκην ἐπέθηκε”.

“…que también con las concubinas, dignas de menor estimación, impuso la misma pena”.

En época de los primeros legisladores, Dracón y Solón, parece ser que coexistieron diversas modalidades bajo las que definirse y aceptarse la unión estable entre un hombre y una mujer, existiendo apenas diferencias entre ellas que primaran unas sobre otras.

Así, en el discurso Contra Aristócrates, 53, Demóstenes cita una ley atribuida a Dracón que afirma que un hombre tiene derecho a matar a otro al que sorprenda en su casa en flagrante delito con la esposa, su madre, su hermana, su hija o con la παλλακή que haya tomado para tener hijos libres. (Esta ley es la que cita Eufileto en el punto 31 del discurso I de Lisias):


“Si un hombre mata a otro involuntariamente en una competición atlética, o tras derribarlo en el camino, o por error en una batalla, o en brazos de su mujer, madre, hermana, hija, o concubina que tiene para la procreación de hijos libres, por esto que no sea acusado de haber cometido un asesinato.”


Según el redactado de esta ley se desprende:

1-que bajo la tutela del jefe de familia se hallaban por igual todas las mujeres de parentesco inmediato que vivían y formaban parte de su οἶκος, entre las que estaba la παλλακή, la concubina.

2-un varón podía tener en su casa una concubina con la que tenía una relación permanente de la que podían nacer hijos libres.

Los hijos nacidos de esa relación no eran legítimos, γνήσιοι, pero tampoco eran considerados bastardos; eran libres y parece ser que en época arcaica fueron reconocidos por el padre, por tanto introducidos en la familia paterna, y gozaron de los derechos de herencia, ἀγχιστεῖα, aunque en el orden de sucesión no estuvieran en primer lugar, y de los de ciudadanía, si bien estaban excluidos de algunas magistraturas.

¿Qué era una παλλακή?

A diferencia de una esposa legítima, introducida en (o transferida a) un nuevo οἶκος por su padre o tutor legal mediante la ἐγγύη junto con una προίξ[1], que al mismo tiempo la avalan y la protegen, una concubina entraba en un οἶκος sin que se dieran estas dos condiciones anteriores, y se producía entonces la coexistencia bajo un mismo techo de esposa y concubina.

La cohabitación, συνοικεῖν, que era, de hecho, el factor determinante para confirmar la unión legítima, y la procreación de hijos (παιδοποιεῖσθαι) como objetivo esencial del matrimonio para perpetuar la casa y la ciudad, vemos que también se daban en la relación con una concubina, por tanto la diferencia en la práctica diaria entre ambas relaciones era muy tenue o casi inexistente, si nos atenemos a la época arcaica.

A partir de Clístenes, con la consolidación de las instituciones democráticas, frente al concubinato, se primó el sistema matrimonial mediante la ἐγγύη y la προίξ, que convertían a una joven en mujer legítima ,γυνή γαμετή, en el sentido de que únicamente esta modalidad de unión obtuvo el respaldo legal y el derecho exclusivo que confería a los nacidos de esa relación el estatus de auténticos hijos legítimos, γνέσιοι, con plenos derechos de herencia y políticos, para perpetuar el οἶκος familiar y las estructuras sociopolíticas de la ciudad.

En cambio, los nacidos de una παλλακή, νόθοι, bastardos, estuvieron excluidos de los derechos de herencia y de los vínculos familiares, así como de los derechos de ciudadanía: no eran hijos legítimos, eran libres, no llegarían a ser ciudadanos atenienses, tampoco fueron extranjeros; de algún modo tuvieron un estatuto jurídico comparable al de los metecos.

Sin embargo, en el último cuarto del siglo v, parece ser que la leyes con relación a los hijos no legítimos volvieron a relajarse, pues al mismo Pericles, quien en el 451 aC hizo aprobar una ley que restringía el estatuto de hijo legítimo y futuro ciudadano ateniense a los nacidos exclusivamente de padre y madre atenienses, se le permitió presentar e inscribir en su fratría al hijo bastardo que había tenido con Aspasia ,con quien vivía sin mediar un matrimonio legítimo, ¡Y además era extranjera!.

Fuentes:
-Demóstenes, Contra Aristócrates. Perseus Digital Library

Bibliografía:
-Jean-Pierre Vernant, “El matrimonio” en Mito y sociedad en la Grecia Antigua. Madrid: Siglo XXI, 2003.
-Eva Cantarella, La calamidad ambigua. Trad. Andrés Pociña. Madrid: Ediciones Clásicas, 1996



[1]La ἐγγύη era un acuerdo privado ante testigos entre dos casas a través del cual un padre o tutor legal entregaba a la novia para casarla, ἔκδοσις, a un varón adulto. Junto con la novia, se entregaba también una dote, προίξ, normalmente dinero, que permanecía ligada a ella, de manera que si el matrimonio se disolvía, ambas, mujer y dote volvían a aquél que la entregó.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Aprendiendo Griego



Para poner en guardia a los alumnos de 4º de ESO respecto a la avalancha de optativas que van a encontrar cuando se matriculen en 1º de Bachillerato, he pensado que no estaría mal darles, a modo de aperitivo, una esquemática información de lo que hacemos en GRIEGO.


Es el momento de ir clase por clase ,en horas de tutoría y, como si de un sombrero de chistera se tratara, sacar de nuestro PC la ilusión con que trabajamos día a día en nuestra asignatura.

Vale la pena intentarlo, y no se pierde nada.

Saludos.

lunes, 5 de mayo de 2008

Discurso de defensa por el asesinato de Eratóstenes. 27-46. La argumentación II.

37-44: Eufileto pasa ahora a refutar las acusaciones del adversario utilizando argumentos refutativos basados en la probabilidad:

-acusación: que ordenó a su esclava que fuera a buscarlo (37), lo cual significaría premeditación y, por tanto, sería condenado a muerte, de ser juzgado culpable.

-1ª refutación: ese día invitó a cenar a su amigo Sóstrato a su casa, con quien estuvo durante todo el tiempo que a éste le pareció bien.

De haber un plan, esa invitación hubiera sido improcedente, pues hubiera disuadido a Eratóstenes a entrar en la casa; por otra parte, hubiera retenido al invitado más tiempo en la vivienda para que le sirviera de testigo (40).

De igual modo, de haber actuado con alevosía, hubiera reunido a familiares, amigos y sirvientes para ayudarle a capturar al adúltero y tener el mayor número de testigos, (41-42).

Eufileto basa su refutación en la idea de que, de haber premeditación, hubiera reunido más amigos y testigos. Esta refutación no es muy fuerte, pues igualmente reunió a familiares y amigos, aunque lo hiciera, según él, de manera precipitada y sobre la marcha. Es un argumento débil en su defensa.

-2ª refutación: no existía entre los dos hombres ninguna enemistad ni ningún motivo previo que explicaran o justificaran la planificación de un asesinato por parte de Eufileto (43-45). Incluso afirma que ni siquiera lo había visto nunca antes.

-3ª refutación: precisamente, ¿por reunir unos pocos testigos es culpable de asesinato premeditado, cuando pudo hacerlo solo?

Da la sensación que Eufileto no tiene argumentos de peso para defenderse y juega todo el tiempo con lo mismo, incluso llegando a contradecirse. Basa parte de su defensa en “el factor cantidad” de parientes o amigos que le acompañaron en el momento del crimen.


Según él:

-prueba de que no lo asesinó premeditadamente es que reunió pocos testigos;

-prueba de que no lo asesinó premeditadamente es que no lo hizo solo, pues llamó a un grupo de amigos que le sirvieron de testigos.


Si a ello unimos lo que en 37-38 dice, que parece justificar o casi admitir, debido a la magnitud del delito, el que Eratóstenes fuera buscado y traído a la casa por la esclava, nos quedamos con la duda sobre la auténtica inocencia de nuestro amigo Eufileto.



Fuentes:
-Aristóteles, Retórica. Trad. de Alberto Bernabé. Madrid: Alianza Editorial, 2007

Imagen:
Detalle fachada Módica, Sicilia

Discurso de defensa por el asesinato de Eratóstenes. 27-46. La argumentación I.

En el libro III cap. XIII de la Retórica, Aristóteles explica que básicamente hay dos partes imprescindibles en el discurso: la exposición del asunto y su demostración, es decir, la proposición y la argumentación, y haciendo concesiones a quienes gustan de hacer más “divisiones ridículas” incluso admite el preámbulo y el epílogo.

Nos toca hablar ahora un poco de la argumentación.

¿Qué es la argumentación?

Es la parte del discurso en la que “hay que aportar pruebas sobre el asunto en litigio”, Libro III. Cap XVII; en la que hay que demostrar la veracidad de nuestras afirmaciones mediante argumentos.

Aristóteles distingue entre dos tipos de argumentos: ἔντεχνοι y ἄτεχνοι. Ya vimos aquí y aquí lo referente a los argumentos ἄτεχνοι.

Con relación a los argumentos ἔντεχνοι, los que pertenecen a la disciplina, en el Libro I, cap II, 1356 a-b, distingue entre:

-ejemplos o demostración inductiva

-entimemas o razonamientos, y

-entimemas aparentes o razonamientos aparentes.

“Llamo entimema al razonamiento retórico y ejemplo al razonamiento inductivo retórico”.

Ejemplo es “demostrar que algo es de una determinada manera por medio de casos similares”.

Entimema es “deducir algo diferente y nuevo a partir de unas premisas dadas”.

Los entimemas aparentes son falsos razonamientos.

En el Libro II, cap. XXII, 1396b-1397a, Aristóteles habla de los tipos de entimemas: “unos son demostrativos de que algo es o no es, otros son refutativos …El entimema demostrativo se configura a partir de proposiciones compatibles , y el refutativo se configura a partir de proposiciones incompatibles”.

Seguidamente detalla las líneas de razonamiento de ambos tipos de entimemas.


En el Discurso I de Lísias la argumentación ocupa los parágrafos 27-46 y podemos establecer en ella la siguiente disposición:

· 27-28: sirven de engarce entre la narración y la argumentación: en ellos Eufileto niega la acusación de haber premeditado el crimen y, usando una generalización, afirma que sus adversarios han recurrido a la mentira.

· 29-36: Eufileto recurre a la legalidad vigente sobre adulterio y homicidios para demostrar que ha actuado estrictamente según la ley.

Cuando un ciudadano entraba a formar parte de un tribunal popular, prestaba un juramento por el que se comprometía a juzgar de acuerdo con las leyes, y, en casos dudosos, de acuerdo con el mejor criterio.

En el presente caso, a Eufileto le interesa que el tribunal le juzgue a toda costa según la ley escrita, no según criterios de carácter general como lo razonable, lo conveniente, lo justo…

- Según Eufileto, Eratóstenes reconoció haber cometido el delito y propuso a Eufileto una compensación económica, amparándose en la ley (29).

- Eufileto aduce la ley sobre adulterio de Dracón, ratificada por Solón, que permite a quien sorprende a un adúltero con su mujer o concubina en flagrante, actuar violentamente contra éste con total impunidad.

La alusión a la restauración de las funciones del Areópago puede relacionarse con el golpe de estado de los Treinta, una vez derrotada Atenas a mediados del 404, con la intención de alterar la constitución y establecer un gobierno oligárquico mediante actuaciones violentas. Por suerte, a finales del 403, los resistentes a la oligarquía se enfrentaron a los oligarcas y restituyeron el gobierno democrático con todo su aparato jurídico y administrativo. (30-31).


-la frase del texto que alude a la “indemnización doble” que tenía que pagar quien usaba de la violencia ha originado interpretaciones diversas: o bien significa que la indemnización es el doble de la que correspondería si se violentara a una persona libre, en vez de a un esclavo, o bien, que es el doble del daño que la víctima haya sufrido, lo cual resultaría difícil de medir. En el primer caso, se trataría de un juicio ἀτίμητος (con sanción estipulada por la ley), y en el segundo, τιμητός (en el que los jueces fijan la sanción).


-siguiendo con el repaso de la ley, Eufileto recuerda que ésta prescribe un castigo para quienes usan la persuasión más severo que para quienes usan la violencia: la seducción va más allá de un simple acto sexual forzado, pues aquellos, seduciendo, mantienen continuas relaciones amorosas con la esposa en secreto durante cierto tiempo, de manera que provocan el riesgo de que nazcan hijos ilegítimos con las consiguientes terribles consecuencias: con el tiempo, los bienes y propiedades familiares pasarían a manos de una persona ajena al núcleo familiar y, además, los rituales religiosos domésticos, y en especial el culto a los familiares muertos, serían dirigidos por alguien no reconocido y rechazado por las almas difuntas.

Era frecuente en un juicio que el litigante parafraseara leyes o pruebas que acababan de ser leídas por el secretario, con la intención de insistir o remarcar la cuestión. (32-33).


-según Eufileto, la ley no sólo lo absuelve, sino más bien le obliga a tomar tal venganza (34). Es su interpretación particular.

-recurre a una generalización y recuerda la función de las leyes en las ciudades. Personifica a las leyes y las presenta como consejeras o asesoras (35).

-Eufileto insiste una vez más a los jueces que juzguen de acuerdo con la ley.

El castigo para los ladrones era muy duro: la pena capital (36).



Imagen: Detalle fachada Módica, Sicilia.