jueves, 2 de abril de 2009

Amores de Zeus: LETO



HERA:

_"¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo tendré que soportar tanta ignominia, tanta infidelidad? Todos lo saben. Todos hablan de ello, y nadie hace nada.
Pero ¿qué pueden hacer? Nada. Él es el dios de los dioses. ¿De qué sirve enfrentarse a su voluntad?. Ya hemos pagado algunos esa osadía. Yo misma me vi en una ocasión colgada del Olimpo con un yunque atado a cada pie. ¡No!; hay otras maneras.
Ahora me entero que también ha seducido a las dos hermanas, a Asteria y Leto. Pero ¿qué tendrán todas que no tenga yo?
¡Pues que sufran también éstas, para resarcir mi desgracia".


LETO:

_"Estos dos hijos compensan con creces los padecimientos que he sufrido por causa de la despiadada Hera. ¿Cómo podía imaginar yo que el amor con que me colmó Zeus se convertiría tiempo después en penosa peregrinación, buscando un refugio para dar a luz a criaturas divinas? No hubo ciudad que me acogiera, no hubo monte que consintiera mi presencia, ni valle que me ofreciera su apacible lecho; ninguna ribera me brindó su fresca hierba. ¡Todos la temen!
¡Pues que sepa que son vástagos del Crónida Ártemis y Apolo, mis hijos, que aquí, en esta isla benefactora, errante pedazo de tierra, a la sombra de una piadosa palmera, son traídos al mundo ante la presencia de Ilitia, la que asiste los partos!
¿Qué le dijisteis, diosas? ¿Qué le disteis, para convencerla? ¿De qué modo lograsteis que esa arpía permitiera a Ilitia acudir a mi lado y facilitarme el parto?"


POSEIDÓN:

_"¿Cómo no voy a ayudar a mi hermano? Accederé a lo que me pida, con tal de fastidiar a la que me arrebató la ciudad de Argos. Si la isla de Ortigia acoge a Leto, yo levantaré una ola gigante que la envuelva y la oculte del sol para evitar la maldición de Hera. Si esa es la voluntad de Zeus, ¡que alivie su cuerpo la hermosa Leto y sean los hijos sus protectores por siempre!.
Famosa será la isla por permitir el doble alumbramiento divino, pues columnas de oro la anclarán en el fondo marino y toda ella estará inmersa en una brillante luz.
Si Asteria, amada también por Zeus y convertida en isla, ayudó a su hermana, que ahora ella misma sea premiada y se la recuerde no como Ortigia, sino como la isla brillante, “Delos”, porque en ella nació el dios de la luz".



IRIS:

_"A mi me enviaron las diosas ante Hera con un mensaje de persuasión. Le suplicaban que cesara su cólera y le ofrecían un hermoso collar de oro y ámbar, maravilla de ver, para alagar su vanidad. ¿Qué mujer se resistiría a tal regalo? Yo, que recorro el éter y bajo a la tierra tantas veces transmitiendo mensajes a dioses y hombres, nunca vi cosa igual. Así que finalmente Hera accedió y gustó del espléndido collar, mientras yo me llevaba a Ilitia para que aliviara los dolores de la parturienta Leto.
Primero nació Ártemis, la virgen cazadora, y a continuación, ella misma ayudó a su madre a traer al mundo al divino Apolo, el dios de la lira.
Los dos hermanos llevan el arco y lo utilizaron en varias ocasiones para proteger a su querida madre".


Imagen: Isla de Delos. Procedencia: web.