“Pero”, dijo Hermógenes que dijo Sócrates, “de la misma manera que Homero otorgó a algunos de los que perdieron la vida la capacidad de conocer de antemano el porvenir, de igual modo quiero yo hacer una profecía”.
En Ilíada XVI , una vez que Héctor hiere de muerte con su lanza a Patroclo y le dirige unas despreciables palabras, éste con voz lánguida le replica diciendo: ( vv. 853-855) “Otra cosa voy a decirte , que fijarás en la memoria . Tampoco tú has de vivir largo tiempo, pues la muerte y el hado cruel se te acercan, y sucumbirás a manos del eximio Aquiles, descendiente de Eaco”.
Y en Ilíada XXII vv. 356 y sigs., Héctor encontrándose a punto de perecer pide a Aquiles ,que le ha atravesado su espada, que entregue su cadáver a sus padres y a los troyanos, pero ante la negativa y desprecio del Pélida, le dice : “Bien te conozco, y no era posible que te persuadiese, porque tienes en el pecho un corazón de hierro. Guárdate de que atraiga sobre ti la cólera de los dioses , el día en que Paris y Febo Apolo te harán perecer, no obstante tu valor, en las puertas Esceas”.
En ambos casos , un héroe a punto de morir en el campo de batalla , reserva su último aliento para dirigirse al guerrero que le ha causado la muerte, vaticinándole su destino, la muerte, próxima y a manos de su enemigo, como última venganza.
Igualmente, Sócrates en los últimos momentos del juicio, cuando ya está sentenciado a muerte, quiere, como los héroes épicos, despedirse de sus enemigos vaticinándoles los peores males. Y encontrándose no en un campo de batalla sino en un tribunal, acusado de corromper a los jóvenes y de ser una mala influencia en su educación, a Anito le dice precisamente que a su hijo le espera un futuro terrible pues, debido a no tener un buen mentor o educador, caerá en la senda del vicio y de la depravación.
La educación aparece como tema de no pocos discursos platónicos: Laques, Eutidemo, Protágoras , Teages, Las Leyes….
El momento histórico en que vive Sócrates responde a una sociedad en que la educación se vive como una cuestión polémica en cuanto que hay diversos enfoques de cómo abordarla: o bien se interpreta como un instrumento práctico para la consecución del éxito político , del poder y la fama (el caso de los sofistas), o bien sirve para la reflexión, para el autoanálisis y la reconducción de la conducta humana ( aquí está la ética socrática), o bien sirve para racionalizar los sentimientos y creencias religiosas ( sería el caso de algunos filósofos como Demócrito), o finalmente se la veía por parte de sectores muy conservadores como una nueva moda que amenazaba el espíritu y la mentalidad tradicionales en los que se basaba la polis , la familia y la religión.
En Protágoras el sofista con dicho nombre expone en la reunión en casa de Calias el método de enseñanza tradicional del que las familias de bien hacen uso para educar a sus hijos en la virtud , y en Laques nos encontramos con Lisímaco y Melesias, dos honorables ciudadanos atenienses de buenas familias, preocupados por la educación de sus hijos, que solicitan a Laques y Nicias, dos estrategos de renombre, que les aconsejen sobre la conveniencia o no de educar a sus hijos en el arte del combate con todas las armas del hoplita, en vistas a una completa formación para el éxito en la política.(probablemente siguiendo un planteamiento de la educación tradicionalista).
Son dos ejemplos que nos sirven para tomar el pulso de la actualidad del tema de la educación en el siglo V, y explicarían por qué Sócrates se arriesga a vaticinar un nefasto futuro para el hijo de Anito, dando a entender que éste no se ha preocupado suficientemente por la educación de su hijo, y por tanto ineludiblemente va a acabar mal.
(Las citas de la Ilíada corresponden a la traducción del Dr. Luís Segalá).