En la Antigüedad, la Tracia, en la región septentrional del mar Egeo, estuvo habitada por numerosas tribus guerreras, que formaron reinos autárquicos, considerados bárbaros por los griegos.
Allí nació y creció Filis, legítima heredera de un reino próximo a la costa, al mar, que tanto le gustaba y que le causaría tantas desgracias.
El mar le trajo un día a Demofonte , de Atenas, hijo de Teseo y de Fedra, quien arribó náufrago a aquellas costas, perdiendo a sus compañeros y viendo destruidas sus naves.
El joven no sólo recibió la hospitalidad del rey, sino que obtuvo el amor de Filis, su hija; un amor totalmente entregado, auténtico, apasionado, sin límites, tan generoso, como ciego de su final trágico.
El padre accedió a la boda de su hija con el forastero de regio linaje , e incluso le ofreció como dote el derecho de sucesión en el trono. Pero al cabo de un tiempo Demofonte sintió el apremio de volver a su patria, necesitaba ver nuevamente Atenas, y ante la lógica tristeza de Filis, le prometió una y mil veces regresar.
Pasaba el tiempo y Filis, confiada, espera. Cuando su marido se fue, le entregó una cajita que supuestamente contenía objetos sagrados de la Madre Rea, y le pidió que la guardara siempre con él sin abrirla, a no ser que perdiera la esperanza de volver con ella.
Como a la fecha prevista Demofonte no había regresado, la desesperación se apodera de Filis: hasta nueve veces corrió desde la casa hasta la ribera de donde partió la nave con Demofonte, con la esperanza de identificar toda nave divisada en la lejanía como la de su amado, y las nueve veces quedó abatida, se sintió engañada, utilizada y traicionada.
Primero imaginó mil causas que pudieran haber obstaculizado su vuelta: vientos desfavorables, la desaprobación del propio Teseo…; más tarde , desesperada, lamentando la noche en que compartió el lecho conyugal y la ingenuidad con que le entregó su propia virginidad, se suicidó.
Por su parte, Demofonte, que se había instalado en Chipre y que, olvidando los juramentos , no pensaba volver, abrió un día la cajita y, poseído por un mal espíritu, montó a caballo y en un desenfrenado galope cayó de él y se mató atravesado por su propia espada.
Donde fue enterrada Filis nacieron unos árboles, los almendros, que en una época del año, por donde las hojas se separan del árbol al caer, lloran su muerte. De ahí que a las hojas, desde entonces ,en recuerdo de la desgraciada amante, se les llame φύλλα, en vez de πέταλα.
Otra tradición cuenta que Filis al morir fue transformada en un árbol estéril sin hojas; Demofonte volvió y se abrazó a este árbol, del que rebrotaron hojas verdes.
El lugar al que acudía Filis junto al mar, ansiando la llegada de su amado, recibió el nombre de “Las nueve rutas”.
(Fuentes: Higinio, Fábulas, 59; Ovidio, Heroidas, II; Apolodoro, Epítomes, VI, 16.)
"BIENVENIDOS DE NUEVO AL MUNDO DE LOS CLÁSICOS"
6 comentarios:
¡Qué alegría leerte de nuevo! Espero que hayas pasado un buen verano y que tengas un comienzo de curso tranquilito.
Me ha encantado tu relato de Filis, de los que dejan a los alumnos con la boca abierta y ganas de seguir escuchando. Muchas gracias por seguir compartiendo tus ideas.
Hola VIrginia! Vaya relato bonitonos regalas! No tenía ni idea de que Fedra hubiera tenido un hijo con Teseo, ni quehubiera otra historia de "préstamo" de mujeres entre Oriente y Occidente, Filis se une a Helena, a Medea, a las SAbinas... preciosa historia.
Ya vi que este verano has vuelto a ver piedras de las nuestras, qué envidia!
A ver si contactamos
BEsos
Elena
Lo vuelvo a leer y pienso en Penélope, la de la canción...las mujeres llevamos siglos esperando, quizá el vacío, tiene que tener algo de genético... Un beso
Hola Virginia! Me alegro de leerte de nuevo!. Espero que tengas un buen principio de curso.
Besos
Amparo
Me alegro yo también muchísimo de volver a contactar con vosotras, Ana, Elena, Amparo, que estáis ahí al otro lado de la red. Deseo que hayáis disfrutado muchísimo del verano y volváis con las pilas recargadas para la próxima temporada.
Sí Elena, yo tampoco conocía esta historia, y cuando la leí pensé, igual que tú, que las mujeres bárbaras en el mundo griego tienen un carácter especial que las hace más interesantes que las locales.
Desde luego, esta historia tiene muchos puntos en común con otras, tanto por el carácter del personaje, como por los elementos de la propia narración.
Un besazo muy grande a todas y feliz "rentrée".
¿Por qué será que las mujeres se entregan y ellos olvidan...? Una historia dramática, tantas veces repetida. Besos y hasta pronto.
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