De manera general, un Mito es un relato o narración de hechos acaecidos en un pasado remoto, que no se pueden constatar pero en los que se cree, cuya pervivencia a lo largo de los siglos se debe a la memoria heredada entre generaciones mediante la transmisión oral.
A diferencia de la noticia histórica, el mito es incomprobable por su lejanía en el tiempo; frente al relato literario, no se le atribuye a persona alguna, pues carece de un autor individual, y en contraposición al texto poético, el mito es irrepetible en el sentido de que cada vez que se transmite, se recrea, surge nuevo y único.
Podemos definir la Mitología Clásica como el conjunto de narraciones míticas griegas y romanas relacionadas con sus dioses y héroes .
Dentro del ámbito específico de la Mitología Griega, parece procedente distinguir tres definiciones más específicas relacionadas con el término mito:
-el mito propiamente, entendido como un relato sobre dioses o fuerzas divinizadas que pertenecen al origen de los tiempos,
-la leyenda heroica, relato cuyos protagonistas son héroes, descendientes a la vez de dioses y seres humanos, que destacan sobremanera por sus conocidas hazañas, más próximas en el tiempo, y
-el cuento popular, narración ficticia que se confunde con un mito o una leyenda cuando sus personajes actúan como dioses o héroes.
A modo de ejemplo podemos citar el mito de la creación del mundo, la leyenda de Hércules o el motivo recurrente en los cuentos populares del viaje a un lugar lejano para llevar a cabo una misión .
Contrariamente a lo que parece, estos tres subgéneros aquí diferenciados, en el corpus mitológico griego aparecen entrelazados y mezclados, en proporciones diversas según los casos, hasta el punto que resultan indiferenciables en muchas ocasiones.
Si la Mitología Griega es una urdimbre de relatos entrelazados cuyos protagonistas son dioses o semidioses , en consecuencia está unida al sentimiento religioso y a la historia de la religión griega. Mito y ritual constituyen los dos elementos fundamentales de la religión griega, y no se puede estudiar ésta sin aquél.
A la transmisión oral del mito se dedicaron profesionalmente los aedos, poetas ambulantes que, a través de los siglos, crearon una técnica formularia, basada en la repetición de esquemas métricos fijos, que les ayudó a improvisar en cada ocasión requerida, valiéndose de su buena memoria y de la inspiración de las musas.
Como efecto inmediato de ello, sin un texto fijo escrito, se produjo la desfiguración progresiva del relato original ( abundan las fusiones y alteraciones tanto de los personajes como de las propias hazañas ),y la aparición de versiones diferentes de un mismo relato, de modo que todo ello hace de la Mitología Griega un complejo sistema de narraciones de interpretación múltiple.
Con los siglos, asistimos a la progresiva decadencia del mito, ya en la Antigüedad, por el desvanecimiento de los rasgos que lo caracterizaban: la transmisión oral es reemplazada por el texto fijo, una nueva mentalidad racional explicativa del mundo competirá con la interpretación mítica hasta desbancarla, y la existencia de los propios dioses será cuestionada.
Aún así, el mito sobrevivirá como motivo estético, en diverso grado, en los distintos géneros literarios y en el arte a lo largo de los siglos hasta nuestros días.
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